ChatGPT incumple el RGPD

ChatGPT, el popular chatbot desarrollado por OpenAI, se encuentra en el centro de una controversia legal en Europa. Es importante entender que este asistente virtual ha estado generando preocupación debido a su manejo de datos personales y la precisión de la información que proporciona.

¿Qué está sucediendo?

• Incumplimiento del RGPD: El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es una normativa de la Unión Europea (UE) que protege la privacidad de los ciudadanos. ChatGPT ha sido acusado de infringir esta regulación al proporcionar datos incorrectos sobre personas específicas.
  
  

• Desinformación prohibida: El chatbot ha sido señalado por dar información falsa, lo cual está prohibido por el artículo 5 del RGPD. Según esta normativa, los usuarios tienen derecho a solicitar la corrección de sus datos personales, y la empresa debe ser transparente sobre las fuentes y datos que posee de cada individuo. Sin embargo, OpenAI no ha cumplido con esta transparencia para los usuarios europeos.
  
  

• Demanda de NOYB: La organización NOYB, dedicada a la defensa de los derechos digitales, ha presentado una demanda contra OpenAI ante la agencia austriaca de protección de datos. Su objetivo es que Europa tome medidas y multe a la empresa por no cumplir con las exigencias del RGPD.
  
  

• Posible sanción económica: Bajo la Ley de Servicios Digitales, Europa tiene la autoridad para imponer multas a OpenAI de hasta el 4% de su facturación anual global si no se ajusta a las normativas. NOYB busca que esta sanción económica sea una realidad.
  
  

• Desafío técnico: OpenAI argumenta que no puede modificar los datos que los usuarios solicitan corregir. Aunque la inteligencia artificial puede aplicar filtros, no puede cambiar la base del modelo. Esto complica la situación y plantea un dilema.
  
  

Conclusión:

La respuesta de las autoridades de protección de datos aún no está clara, pero la demanda de NOYB podría ser un paso importante para garantizar que ChatGPT cumpla con las leyes europeas. Europa está observando de cerca, y la adaptación o la multa podrían estar en el horizonte