La inteligencia artificial aporta grandes ventajas a los estudiantes que desean aprender un nuevo idioma o incluso perfeccionar su lengua materna.
La inteligencia artificial (IA) está ganando una presencia creciente en el ámbito educativo, encontrando aplicaciones más allá de la generación de textos académicos. De hecho, tanto maestros como estudiantes pueden emplear la IA para optimizar el tiempo, corregir la ortografía y la gramática, proponer enfoques creativos para abordar nuevos temas en las clases, o para evaluar tareas y asistir en la planificación de cada sesión.
Tal vez uno de los usos que aún no se ha explorado por completo, pero que ha cobrado impulso en los últimos meses, es el aprendizaje de idiomas. A pesar de que ya existen aplicaciones específicas para este fin, así como cursos tanto presenciales como en línea, los chatbots pueden ser útiles para practicar y reforzar el conocimiento adquirido.
Se puede solicitar a la IA un plan semipersonalizado que estandarice la rutina para aprender otro idioma.
Según La Vanguardia, las herramientas basadas en inteligencia artificial emplean algoritmos de aprendizaje automático para analizar el desempeño del estudiante y ofrecer retroalimentación correspondiente.
Marta Guerrero, coordinadora de los proyectos de PLN y lingüista computacional del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), explicó en una entrevista para El País en noviembre de 2023 que esta tecnología se entrena con grandes volúmenes de información escrita extraída principalmente de internet, incluyendo portales de noticias y contenido de redes sociales. Además, se le ha enseñado a realizar diversas tareas en varios idiomas, como traducir, resumir, generar esquemas y formular preguntas sobre un modelo, entre otras funciones.
Un estudio del British Council resalta cómo la inteligencia artificial (IA) puede facilitar un aprendizaje más adaptativo y menos intrusivo. Es decir, al adoptar un enfoque personalizado, se dispone de una herramienta crucial para superar obstáculos en el aprendizaje de idiomas, permitiendo que los estudiantes avancen a su propio ritmo. Para desarrollar las "cuatro habilidades principales" (lectura, escritura, comprensión auditiva y expresión oral), la IA también ofrece experiencias más inmersivas e interactivas, lo que facilita el aprendizaje.
La IA en el aula puede ser utilizada como un complemento a la enseñanza tradicional. En este contexto, el aprendizaje de idiomas impulsado por la IA puede ayudar a los educadores a diseñar tareas adaptadas a cada estudiante para reforzar los temas tratados durante la clase y proporcionar retroalimentación estructurada sobre metas y habilidades individuales.
Además, los estudiantes pueden emplear plataformas de aprendizaje de idiomas fuera del entorno escolar para practicar cuando los profesores no están disponibles.
Los profesores también pueden emplear la IA para afinar su enfoque de acuerdo con las necesidades específicas de los estudiantes. Utilizan algoritmos de aprendizaje automático para analizar el rendimiento del estudiante y ofrecer retroalimentación en consecuencia.
El aprendizaje de idiomas impulsado por la IA ofrece numerosos beneficios, desde aplicaciones prácticas hasta implicaciones éticas. Una de las principales ventajas del aprendizaje personalizado es su capacidad para democratizar la educación, brindando oportunidades a todos los estudiantes, independientemente de sus habilidades y dificultades individuales.
Entre los beneficios que el uso de inteligencia artificial en este ámbito puede ofrecer se encuentran:
Personalización del aprendizaje: La IA puede adaptarse a las necesidades individuales de los estudiantes, proporcionando materiales y actividades personalizadas según su nivel de habilidad, intereses y estilo de aprendizaje.
Retroalimentación instantánea: Los sistemas de IA pueden ofrecer retroalimentación inmediata sobre gramática, pronunciación y vocabulario, lo que permite a los estudiantes corregir errores rápidamente y mejorar su fluidez.
Las tecnologías de reconocimiento de voz y traducción automática están en constante mejora, lo que permite a los estudiantes practicar la pronunciación y la comprensión auditiva de manera más efectiva.
Los sistemas de IA pueden recopilar y analizar datos sobre el progreso de los estudiantes, lo que les permite identificar áreas de fortaleza y debilidad y así ofrecer una retroalimentación más precisa y personalizada.
Además, los algoritmos de IA pueden generar automáticamente materiales de estudio, ejercicios y evaluaciones, lo que ayuda a los profesores a crear recursos educativos de manera más rápida y eficiente.